INDICE

La promesa cumplida


Quien ha creído en el Mesías
y fervoroso se alimenta en su palabra
ha de seguir aquella senda
que claramente se conoce entre sus páginas
Dios es la luz y todo el mundo
ha de buscar iluminarse con su llama
y es el amor vivo y eterno
que entre los hombres con su Espíritu derrama
toda la tierra está clamando
por ver aquella libertad acrisolada
y es ese fruto que en la vida
deja el Señor a quien lo busca en sus batallas
oigo rumores de otro suelo
que ha de venir a cobijar la nueva patria
y busco ser el heredero
de aquella paz que me concede la esperanza
cuando en la fe y en el silencio
pude vivir en la promesa consumada


   
 
1
 

Aletear de estrellas


Se que yo sueño con la paz del alma
donde suceden ingeniosos tiempos
de una esperanza que prodiga luces
y la certeza de gozar conciertos
y sé que a veces en la noche oscura
se me confunden con temibles vientos
y se estremecen en la aurora virgen
con la belleza que en el alba advierto
el tiempo es gracia que me entrega el astro
para gozar de aquella luz que enciendo
cada mañana cuando en mi recinto
mis ojos fijan su profundo gesto
en ese sol que ha derramado gracia
para inundar la variedad que veo
donde no existe en un jardín florido
aquella rosa que enjugara el huerto
y entonces corro a descubrir caminos
que me prodiguen aquel fruto cierto
que busca el alma cuando en su orfandad
sabe que existe el misterioso cielo
que en cada noche es un velar de estrellas
y en la jornada un aletear de sueños


   
 
2
 

El ardor del astro


Fue necesario aquel camino
en esa noche sin la luna y sin estrellas
escuché ráfagas de viento
que me invadieron con sus voces polvorientas
he caminado entre las piedras
hasta poder encontrar flores en mi senda
he recorrido el ancho río
aventurando remontar su propia cuesta
y pude oír voces de gloria
cuando el zorzal posó en mi techo con su arenga
entre los bosques he buscado
aquella sombra que cobije mi faena
y hallé frutales en mi huerto
que me saciaron al donarme sangre nueva
he combatido en las batallas
que me llevaron a buscar propia defensa
y pude ver agradecido
al ruiseñor que me mostraba su belleza
y aquella obra que creara
el hacedor de tantas gracias en mi tierra
habla con honda densidad
de aquel ardor que el astro guarda en su grandeza
donde al donar cada regalo
veo el amor que lo fascina en mi pobreza


   
 
3
 

La promesa de Dios


Un lenguaje adoptó la creación
que es la lengua de siempre en su carrera
pero el hombre en conquistas que surgieron
ha querido enlodar toda belleza
y es entonces él mismo en su vorágine
quien resuelve volver a ver la escena
de aquellas criaturas que vivieron
del brillo con que lucen las estrellas
y surge en los arroyos y en los ríos
el agua cristalina y su riqueza
de peces que refulgen a la vista
que estallan en crisol de primavera
y el pájaro cantor vuelve a los árboles
y entona madrigales de su selva
y el cielo azul purísimo aparece
y en la noche pululan las estrellas
animales silvestres aparecen
caminando en calzadas y en aceras
y el astro con su luz resplandeciente
ilumina con ímpetu la tierra
porque el hombre descubre que el jardín
que Dios hizo por obra de su diestra
exige aquel esfuerzo de cuidarlo
por ser propio de su naturaleza

 
4
 


primera creación fue la natura
cuando Dios iniciara su proeza


   
 
5
 

Eucaristía


Estás presente con tu cuerpo
y con tu sangre derramada por salvarnos
eres comida y alimento
de quienes lloran por el hambre en su naufragio
das de tu vida en ese pan
que garantiza eternidad y mi descanso
das de tu sangre en ese vino
con que embriagaste por tu amor mis pies descalzos
corro a tu mesa para verte
y sólo puedo por la fe encontrar tus pasos
quiero tus cánticos oír
y sólo escucha el corazón humildes trazos
has muerto aquí con amor puro
y sólo buscas el amor en ti postrado
y como amigo tú me invitas
a ser la víctima ofrecida sin descanso
gloriosa luz la que me ofreces
para quedarte a conquistar otros hermanos
que no conocen de tu nombre
ni compartieron el banquete que heredamos
tú solo sabes oh Señor
la majestad de aquel amor de tu calvario
y con la sangre de tu cuerpo
sangra también mi corazón por tu amor sacro


   
 
6
 

El intento


He suspirado por la cima
y he comenzado la carrera por gozarla
en el angosto cañadón
y por quebradas y espinillos que se ensañan
sufrí también en ese intento
las duras piedras cuya herida me dejaran
y el viento frío del invierno
se hubo juntado con la nieve allí postrada
he retomado mi camino
entretejido de paciencia y esperanza
y cada día he celebrado
en mi retina la certeza que me llama
a reafirmarme en una cuesta
sin que me canse de intentar aquella hazaña
vino la noche con su estrella
y descansé de aquel sendero en mis pisadas
al iniciar un nuevo esfuerzo
cuando se anuncia con la luz otra mañana
todo parece muy cercano
y el corazón goza en la cima tan deseada
pero mis pasos son pequeños
para abrazar todo el ardor de la montaña
vi que el secreto es el intento
de conquistar a paso lento mi jangada


   
 
7
 

He nacido por vivir


He transcurrido por la senda
que me llevara a sumergirme en mi posada
y he conocido en ese tiempo
valles de sol y noches densas que derraman
la incertidumbre en la certeza
y no saber volar muriendo a mis fantasmas
sé que los brillos de esta hora
son el fugaz amanecer que me prepara
para la hora que detiene
mi paso frágil cuando muere la jornada
he visto múltiples destellos
que me han mostrado maravillas de mi patria
pero mi tiempo es otro tiempo
que no es el hoy que he de vivir en el mañana
confesaré que la paciencia
no es algo fácil de beber en la cascada
y mi camino que es estrecho
no me ha dejado renunciar a la esperanza
porque he nacido por vivir
eternamente luminarias en mi casa



   
 
8
 

Donde el pájaro vuela

(De El canto del juglar)


Has tomado mis manos
con amor en tu diestra
y has corrido conmigo
entre ramas y piedras
he buscado tu halo
en la fuerte tormenta
y bebido tu aroma
en la paz de tu cena
yo te busco Señor
en la noche y la selva
y en el niño que llora
y en la voz que está enferma
no podría dudar
si las horas se quiebran
de tu don trascendente
donde el pájaro vuela
y conquista su nido
que en su techo lo espera


   
 
9
 

Contemplación


Camino recitando
plegarias y canciones
en pos de aquella gracia
que ilumina a los hombres
dando paz y sosiego
y luz donde se esconde
el misterio que anida
en cánticos del pobre
sé que el alma germina
contemplando en la noche
feliz aquellas luces
de estrellas con su porte
de mística belleza
melódica en sus odres
y contemplo callado
al autor que propone
en su obra el llamado
que encierra tantos nombres
como seres vivientes
que buscan lo que es noble
y crecen suplicando
la fe con que responden


   
 
10
 

Quédate con nosotros

(De Coplas y liras del juglar)


Has venido a quedarte
y te vas entre lágrimas
y has querido en tu vida
que la muerte no salga
victoriosa en el hombre
revestido de gracia
y has buscado quedarte
en la mesa sagrada
donde vive en silencio
tu gloriosa mirada
y allí das el manjar
que reclama mi alma
cuando supo que vives
para arder en la zarza
y en su fuego divino
proclamar tu palabra
pues Yo Soy es tu nombre
que mis labios aclaman


   
 
11
 

Nueva mañana


Una nueva mañana
se perfila en la aurora
y me da la esperanza
que cautiva a la rosa
de beber en el cáliz
de aquel sol que reboza
cuando en rayos estalla
y acaricia la proa
de mi barco pequeño
que en las aguas añora
encontrar esa cima
que soñara en su hora
donde pueda el silencio
contemplar esas notas
que los vientos trajeron
a cantar en mi choza


   
 
12
 

La elocuente noche


He vivido callando
una noche estrellada
donde pude en silencio
contemplar esa estampa
de la esfera celeste
con engarces que hablan
cual pequeñas luciérnagas
en oscura velada
y admiré tanta sombra
que se expande en sus alas
impulsando a escuchar
la preciosa tonada
de algún grillo cantando
en su fina balada
y hay sonoros arpegios
que prorrumpen y exhalan
en la noche elocuente
que nació sin palabras
y apetece mostrarse
cual misterio que emana
en profundo secreto
y en la luz de una zarza


   
 
13
 

Aquella paz


Soy el Señor y Rey de reyes
que busca dar al que trabaja su salario
por puro amor la gratuidad
a quien conoce los dolores de su campo
quiero entregar esa corona
voz de justicia para quien se ha confortado
con fe profunda en sus combates
y la esperanza de la gloria que lo trajo
hasta vivir cada despojo
con ese gozo de la fiesta en que comparto
mi rostro vivo y refulgente
con quienes vieron mis destellos y sus rayos
llenos de luz en noche oscura
sabiendo hallar en esa noche que ha pasado
aquel lucero de la aurora
que le anunciaba un alborear sin más ocaso
porque la tierra es nueva tierra
para quien vio el atardecer enamorado
de misteriosa luz de gloria
que pregustaba en el silencio y en los salmos
quiero gozar como buen Padre
de la llegada de mis hijos a mi estrado
para saciar la sed de Dios
que sólo Dios puede ofrecer en mis trabajos

 
14
 


gloria y honor cantan los ángeles
cuando a los cielos hombres nuevos han llegado
para vivir eternamente
aquella paz que fue conquista y es hallazgo


   
 
15
 

La perla


He caminado en el desierto
y encontré luces en las huellas del sendero
que me llevaron a buscar
aquella perla que en mi ser ardió en deseos
de comunión con su fragancia
mientras aguardo amaneceres en silencio
la perla vive aunque en la noche
no pueda ver su propio brillo en mi velero
y sé que entona sus canciones
para que yo pueda gozar de lo que veo
todo lo tengo como pérdida
con tal de hallar en esa perla lo que siento
y ella promete en su palabra
recompensar toda esperanza en su misterio
porque ella aspira a que lo encuentre
y para siempre lo posea en ese techo
que hoy es de humilde contextura
pero será sublime casa que yo observo
entre la sombra de la noche
y aquella luz que el sol procura desde lejos
para alimento de mi sed
dando certezas del amor y de su fuego
que ha de inundarme con su llama
cuando visible lo contemple en alto cielo

 
16
 




   
 
17
 

Cantar mis coplas


He visto mieses ya crecidas
que en sus espigas añoraban la cosecha
donde pudieran ofrecer
esos cantares que iluminan mi pobreza
y escuché acentos musicales
que me envolvieron en la gracia de sus letras
y pude hallar en plena sombra
aquella luz que me insinuaba la certeza
de recoger flores silvestres
que siempre alumbran aunque en sombras no se vean
quiero cantar coplas de invierno
hasta encontrar la eterna joya en primavera
busco alabar mientras aguardo
a quien me diera ese regalo de su estrella
que en inefable densidad
es el manjar con que en su amor Él me alimenta



   
 
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