Este reino de los cielos
joya divina engarzado
en el seno de la tierra
donde el hombre alza su llanto
al saberse confundido
por la astucia del atajo
sólo es gracia del mesías
que nos abriga en su manto
redimiendo con su cruz
la indigencia de mi parto
el reino es aquel misterio
que desarma mi quebranto
reino de paz y justicia
y el amor que me ha salvado
y recrea entre los hombres
una familia de hermanos
que solidarios caminan
y en la amistad se brindaron
y se alegran cuando viven
de orfandades despojados
por esa diestra del Padre
que nos diera al Hijo santo
El reino oculta semilla
que sembrada en esta tierra
busca morir en el surco
para abrirnos una brecha
cuando muere entrega vida
a quienes velan por ella
y al caer en suelo virgen
es grande su sementera
pero a veces es sembrada
sobre el polvo de las piedras
y a poco se desmerece
porque su raíz se seca
a veces en los cardales
es tirada por la diestra
del sembrador que adivina
que las espinas la anegan
y también en el camino
es echada sin defensa
pues los pájaros del cielo
pronto su cuerpo se llevan
la semilla esa palabra
del hacedor de la siega
que recoge jubiloso
el fruto que allí se hospeda
Encontré en verde pradera
la simiente que sembrada
confirma en su fuerza agreste
y me reposa en sus ramas
y al crecer pude advertir
que junto al tallo brotaba
con profunda virulencia
la perniciosa cizaña
y entendí lo que el Señor
bien decía en su palabra
no la arranquen este día
aguarden la siega mansa
donde puedan separar
el trigo de la cizaña
porque si extirpan ahora
el veneno con su trampa
arrancarán sin buscarlo
la simiente allí sembrada
en el reino crecen juntos
el trigo con la cizaña
y al final podrá escogerse
el fruto bueno y su estampa
arrojando lo sombrío
al interior de la zarza
que es combate de violentos
ganar el reino y su talla
sabiendo que en toda guerra
siempre se pierden batallas
Este reino se parece
a un granito de mostaza
pequeño entre los pequeños
que al crecer muestra su traza
y es el arbusto más grande
sembrado en la tierra magra
y sus hojas el descanso
que cobija entre sus ramas
a los pájaros que vienen
a refugiarse en su palma
para guardarse del sol
y comer su fruta blanda
así el reino que ha nacido
pequeño eleva su planta
y más amplio su entramado
que lo que piensa al sembrarla
quien trabaja en aquel suelo
y busca arrendar su estancia
mi reino tiene la fuerza
que no conoce quien marcha
desafiando aquel poder
que oculto en la tierra danza
su grandeza es el misterio
que nace de humilde brasa
El reino como semilla
sembrada en la tierra buena
va creciendo noche y día
sin que el sembrador pudiera
imaginar con sus ojos
ese misterio que encierra
la vida fértil que duerme
en la simiente que espera
ver su tallo y ver la espiga
y el fruto que el tiempo vela
que al final ya madurado
surge otro tiempo de siega
también el hombre en el reino
contempla el alma que observa
que la gracia del bautismo
busca crecer sin barreras
por propia vitalidad
aunque yo en la noche duerma
y busca encontrar la edad
que soñara mi existencia
si creyendo en la palabra
y en el mentor de cosechas
permita ese crecimiento
sin mérito de mi hacienda
que por amor ha nutrido
el Señor aquella tierra
donde nace la simiente
que el sol y la lluvia riegan
sin otro esfuerzo al crecer
que contemplar la cosecha
cobijando en ese tiempo
el frutal que allí naciera
El reino se me aparece
como en la casa en que observo
un poco de levadura
que con la masa yo mezclo
y al tiempo surge elevada
y permite ver su vuelo
aquel pan o aquella masa
leudada en rápido tiempo
así el reino ha de librar
de la bajeza al sendero
y permanece en la vida
y eleva su tierra al cielo
pues el hombre es invitado
en los aires de su tiempo
a entonar la melodía
gestada en propio sendero
que es dar socorro al que llora
pan de consuelo al consuelo
aquel fermento buscado
por los hombres en el reino
expulsa la levadura
de la maldad que ha desecho
la verdad en su mentira
y la bondad en apremio
y renueva las entrañas
que surgen con aire nuevo
implorando ver crecida
la existencia en sus aleros
El reino es como el tesoro
escondido en algún campo
y un caminante curioso
al volver sobre sus pasos
divisa aquella grandeza
y decide en ese tramo
vender toda su riqueza
para adquirir ese campo
y quedarse con la joya
que resuelve su quebranto
así el hombre que encontrara
la belleza de su rango
en el reino del Señor
que tanto nos ha donado
se desprende de sus bienes
para entonar aquel salmo
que glorifique a su Dios
cuando descubre su canto
y resuelve aquí su entrega
a quien enjuga su llanto
aquel tesoro seguro
es el Dios que me amó tanto
y se esconde de mis ojos
para que busque en mi barco
su grandeza sumergida
que es la joya de mi campo
porquien yo debo entregar
dineros perlas y escarnios
porque él es la recompensa
cuando me guarda en su manto
ay de quien pierde el tesoro
en pos de terreno aciago!
El reino de un dios emerge
como la red en la pesca
que tirada en alta mar
busca resurgir bien llena
de peces que la encontraron
y vieron su campo en ella
los pescadores la sacan
cuando surge su cosecha
y la llevan a la orilla
donde dividen la pesca
los peces buenos eligen
y a los demás los desechan
así ocurrirá al final
cuando el Señor me sorprenda
quienes fueran sus discípulos
serán salvos en su diestra
y quien negara al mesías
verá su mansión desierta
el reino cobija a todos
los hombres que en su destreza
buscan crecer en la hora
de producir su respuesta
y añorando al ser supremo
con el fervor se alimentan
aguardando que en la tarde
cuando el sol baje en su cuesta
pueda saberse elegido
y brindando en esa fiesta
que el Padre al hombre prepara
al que es fiel a su promesa
Jesús huyó de la gente
que quiso darle algún trono
haciéndolo rey del mundo
y vistiéndolo de oro
mi reino no es de esta tierra
dijo en el mismo pretorio
cuando aceptó que era rey
mas no del mundo y su foro
quien quiera ser de mi reino
debe renacer del todo
para volver a vivir
como hombre nuevo que sólo
podrá ingresar en su seno
siendo humilde y valeroso
son los pobres y los niños
quienes gozan del tesoro
que Dios entrega en el Hijo
para darnos pleno gozo
Dios revela a los pequeños
lo que al sabio y presuntuoso
le ha negado en su camino
por ignorar que el reposo
no se encuentra en otro predio
que en el río generoso
donde el Verbo abre sus brazos
para llenar nuestro rostro
del agua viva que fluye
de la fuente y su tesoro
háganse niños confiados
en el Padre dadivoso
que sólo puede habitar
en cuencos de humilde trono
donde sólo arde el amor
que se entrega silencioso
Bellas noticias les traigo
que el reino me ha estremecido
cuando advertí que su dueño
de paradojas fue signo
nace en portal abrigado
por el aliento cansino
de unas humildes ovejas
que anunciaron en su aprisco
el nacimiento gozoso
del Dios que a la tierra vino
vivió obediente a José
y a María en su camino
creció labrando maderas
humildísimo servicio
y al comenzar su intemperie
muy pronto fue perseguido
realizó grandes milagros
y le respondió el vacío
finalmente buscó el trono
donde el rey haya vencido
padeciendo en una cruz
por salvar a sus amigos
...
los atributos del rey
aquí cambiaron su estilo
no son tronos ni hay coronas
ni existe púrpura o lino
pero aquí yo me detengo
cuando su fuerza percibo
al resucitar a Lázaro
y enaltecer al mendigo
él perdona los pecados
de aquel pobre paralítico
a quien también le devuelve
la salud que hubo perdido
alimentó a muchedumbres
fatigadas del camino
y curó a los diez leprosos
que clamaran por su vino
no hay rey que pueda guardar
lo que este rey ha traído
cuya gloria fue escondida
aunque hablaron esos signos
milagrosos que tan sólo
puede el Señor producirlos
y el reino aparece entonces
con esa fuerza que esgrimo
para decir que aunque oculto
ese rey venció al maligno
y nos regala su gracia
para salvar el abismo
...también nosotros vivimos
reflejados en la senda
del rey que venció muriendo
y al vencer abrió la brecha
para caminar descalzos
gozando tiempos de piedra
en el reino de los cielos
quien triunfa se hace violencia
para vencer vanidades
y afincarse en su pradera
está en el mundo y ya sabe
que no es del mundo en que brega
el príncipe de la noche
con odio cruel lo flagela
y los hombres lo persiguen
como al Señor en su estera
si busca entregar su vida
la tierra se la desprecia
no puede cargar su cruz
porque la inquina se acerca
si se complace en el débil
su prestigio se desecha
canta las glorias del cielo
y el mundo llora su pena
niega el siglo el alimento
que el reino feliz entrega
...
que él padece en soledad
pues los hombres lo desprecian
busca negocios enhiestos
y lo resiste la cuesta
al vencer los torvos aires
su natural se rebela
y al querer hacer las paces
sarcasmo infeliz encuentra
y si entrega al enemigo
el alivio en su aspereza
suele encontrar villanía
que le niega toda apuesta
así el reino contraría
los instintos que pelean
por enaltecer sus glorias
y empeñarse en la refriega
felices los que anduvieron
litigando en su litera
el camino del maestro
que bendice su firmeza
y da certezas de gloria
a quien sufre en sus laderas
pues al fin ha de triunfar
quien sube en la dura cresta
de ésas las agua del mar
que rugen olas siniestras
El Señor me ha señalado
que su reino es una gracia
y reside entre los hombres
viviendo en medio del alma
el Cristo quien por la fe
me cambia y cambia en palabras
el Dios de la Trinidad
que ha fijado su morada
en la hondura del misterio
con singular enseñanza
y en el propio corazón
abierto a su voz que ensaya
ir tallando el nuevo rostro
del hombre en su viva llama
y es entonces cuando extiende
la riqueza de su trama
en las obras que lo muestran
o en palabras que proclaman
la fuerza que me sorprende
e ilumina mi jornada
en canciones siempre vivas
que dan vida a la alabanza
el reino instala en mi pecho
del Padre tierna mirada
que me fascina en la noche
y despierta en la mañana
y es brasa que enrojecida
roja de luz casi blanca
que me ilumina en su música
y encierra aquella cascada
capaz de saciar la sed
del hijo que allí descansa
En el final de la vida
habrá un encuentro anunciado
porque el reino es el tesoro
que exige vivir su rango
y el Señor me da las luces
para el diálogo que aguardo
cuando me pide asistir
a los humildes varados
al decirme en su firmeza
que el precio que habrá llevado
mi ser a la eterna gloria
es haberlo rescatado
en el hambriento y sediento
el desnudo o maltratado
en el enfermo que gime
en el triste o deportado
a quien sufre en el silencio
o sangra gotas de llanto
en el frágil pecador
que clama desesperado
y en el que busca el camino
incapaz de ver lo opaco
que lo libere del mal
y lo levante del fango
el Señor está en el rostro
del hermano desterrado
y me exhorta en su palabra
como sentencia en mi fallo
cada vez que socorriste
a quien muestra su quebranto
me devolviste la vida
a mí mismo en ese cuadro
lo que hayas hecho al más pobre
por amor en su fracaso
lo has hecho conmigo mismo
que allí viví pernoctando
y yo anunciaré tu gloria
entregándote el descanso
que el reino sufre violencia
y he de ganarlo sembrando
Si quiero alcanzar la gracia
de revivir en el reino
y quiero ser el discípulo
de Jesús el nazareno
debo negarme y buscar
la renuncia al hombre viejo
rechazar al enemigo
e intentar nacer de nuevo
en el olvido de mí
que surge de amar primero
al Señor que me ha llamado
y se convierte en maestro
desprenderme de mis bienes
como Jesús lo ha dispuesto
enterrando mis litigios
y sembrar en cada sesgo
al Verbo que me invitara
a crecer en este reino
ya no vivo yo en la tierra
es Cristo a quien yo me avengo
el que transforma en su yo
mi yo cuando va muriendo
en esa muerte que aspiro
y va surgiendo en mi seno
el calco de mi Señor
cuya gracia es tiempo nuevo
y el espíritu del Hijo
transformara en ese espejo
donde al mirarse el Señor
encuentra su rostro eterno
al olvidarme de mí
cargaré aquel suave leño
que es la cruz donde he nacido
por la sangre del cordero
y con la cruz en mis hombros
encontraré al mensajero
que ha buscado cobijarme
en las alas de su templo
y su yugo yugo suave
ligera carga en el puerto
El padre le abrió la puerta
al hijo que abrió horizontes
en la senda tumultuosa
que eligiera como norte
vivió caminos de piedra
y andurriales cuyo porte
fueron estrellas fugaces
que esfumaron sus colores
recorrió sendas oscuras
y cosechó los derroches
de su frágil existencia
fisurada en sus acordes
agotó aquellos caudales
que el padre puso en sus odres
y concluyó descubriendo
su casa envuelta en clamores
por la vuelta sin retorno
del hijo muerto en sus dones
el padre estaba aguardando
cada tarde en sus ardores
el regreso de su niño
perdido entre los rincones
y sus ojos aguardaban
ver de lejos esas voces
que anunciaban que venía
el hijo de sus amores
y una tarde soleada
ceñido el sol de arreboles
vio la estampa de aquel hijo
llorando sus estupores
y el padre se fue corriendo
para abrazar a ese joven
que mostraba su miseria
aguardando que lo colmen
de la gracia del perdón
que feliz el alma absorbe
el padre le muestra al hijo
el amor que hay en su cofre
y le regala en su casa
la fiesta que allí propone
feliz fiesta la del reino
donosa de altivos dones!