Sublime misericordia
que has bajado desde el cielo
como regalo del Padre
emanado desde el Verbo
como primicia de amor
en la aridez del desierto
cual fragancia agazapada
en laderas del destierro
yo canto tus maravillas
en mi opúsculo discreto
cuando inundado en tu gracia
quiero decir lo que quiero
sin poder cantar tu gloria
que omnipotente festejo
soy el hijo de tu vida
y he renacido en tu seno
y al caer en duras redes
me levantaste en tu lienzo
excelsa misericordia
estrella que yo venero
compasiva con los hombres
que lloraron su despecho
tú respondes con ternura
a la voz de mi lamento
y revistes de sapiencia
la inocencia de mis versos
he vivido de tus pétalos
y he conocido aquel beso
con que tú me sedujiste
con la fuerza de un estreno
feliz el hijo que encuentra
tus caricias en su pecho
tu perdón en sus errores
y tu luz que enciende lentos
los pasos del que regresa
y escucha tu voz adentro
del alma donde tú habitas
generando tus consuelos
...
Dios es amor infinito
misericordia es el sello
que el pecador añoraba
por ver su glorioso lecho
amor misericordioso
es el amor que festejo
porque naciendo en alturas
llega hasta el hijo pequeño
El publicano Leví
brindó a Jesús un banquete
invitando a muchos hombres
que quisieran conocerle
y escuchar al nazareno
por vivir lo que él dijere
vinieron los publicanos
y pecadores que advierten
cuál fuera el trato ofrecido
por el Señor al que quiere
descubrir la senda estrecha
que el seguimiento requiere
escribas y fariseos
que allí se hicieron presentes
preguntaron a discípulos
del que allí soltó sus redes
por qué comía el maestro
con pecadores que agreden
su vida en crudos momentos
para provocar reveses
engañándose a sí mismos
y también a mucha gente
y el Señor en el silencio
escuchó los intereses
expuestos con clara envidia
por los que puros se creen
y respondió con firmeza
advirtiendo a sus oyentes
el hombre sano no busca
los remedios que merecen
los enfermos que visitan
al médico si padecen
en su cuerpo engangrenado
por miserias que aparecen
sepan que el hijo del hombre
busca sanar al que bebe
el remedio del enfermo
que desea rehacerse
no vino a salvar a justos
sino al pecador que cree
en la gracia del mesías
y en el perdón que él ofrece
no puede el hijo del hombre
salvar a quienes entienden
que sus méritos alcanzan
y su justicia se adquieren
que sólo basta su alforja
sin la gracia que enriquece
sólo Dios puede salvar
al pecador que se entregue
con humildad y dolor
al Señor que oye sus preces
El Señor que recorría
las aldeas y senderos
anunciando bendiciones
a quien se hiciera pequeño
y curando con poder
a ciegos pobres y enfermos
un día pasó muy cerca
de la casa de Zaqueo
y el publicano que oía
hablar mucho del maestro
enterado de aquel paso
corrió para poder verlo
y subió con entusiasmo
al árbol que vio su celo
Jesús pasó entre la gente
y elevó su vista al cielo
y allí se miró en los ojos
del publicano Zaqueo
baja pronto de ese árbol
dijo el Señor en su empeño
hoy debo habitar tu casa
y comer de tu brasero
Zaqueo bajó al instante
y aderezó aquel almuerzo
donde llegaba la vida
a renacer sus anhelos
jubiloso por la fiesta
de aquel inédito encuentro
criticaban los de afuera
la decisión que hubo puesto
en medio del episodio
a quien robara a despecho
y Jesús sólo responde
que vino a sanar enfermos
y no puede salvar justos
sino a quien busca su seno
extasiado en la mirada
de Jesús en cada gesto
le dijo al Señor muy firme
que comenzaba su intento
de convertirse a su Dios
y ayudar al forastero
dando mitad de sus bienes
a los pobres y pequeños
devolviendo al que ha robado
cuatro veces su dinero
y Jesús cuando escuchaba
le responde sin rodeos
hoy llegó la salvación
a la casa de Zaqueo
que supo entregar su vida
para hospedar al maestro
y hoy nacen sus ilusiones
al declararse converso
Un hombre fue arremetido
por ladrones que buscaron
apoderarse de bienes
que en su alforja hubo llevado
y castigaron su cuerpo
con un rigor despiadado
arrojáronlo a una zanja
donde ocultaron su daño
y pasaron varios hombres
por el lugar indicado
sin que nadie se ocupara
del pobre desamparado
y apareció de repente
un jinete que montado
miró al hombre moribundo
que aguardaba algún atajo
y bajando prontamente
se propuso con sus brazos
alivianar el dolor
de aquel ser tan maltratado
el ángel desconocido
era un buen samaritano
que conmovido curó
al herido con su trato
poniéndole aceite y vino
donde era fuerte su llanto
y luego lo levantó
llevándolo hasta el descanso
que era su propia montura
tallada cual nuevo bálsamo
y lo llevó al hospedero
entregando dos denarios
para cuidar de su vida
vigilando su quebranto
y prometió que al volver
pagaría cualquier gasto
que le exigiera el enfermo
que allí se quedó postrado
el Señor nos ha pedido
profundo amor al hermano
y un cuidado singular
a quien sufre su desmayo
el mismo Jesús presenta
su rostro allí ensangrentado
en cada ser que padece
la desventura en su campo
y nos pide alivianar
Jesús se alojaba un día
en casa de un fariseo
invitado con el grupo
de discípulos que fueron
a compartir la comida
que auguraba un gran encuentro
de pronto a la puerta llega
una mujer cuyo techo
no abrigaba aquella paz
que ofreciera tanto ensueño
era mujer pecadora
desprotegida en su pueblo
y arrepentida venía
a suplicar un derecho
lloró sus muchas miserias
sobre los pies del maestro
y secaba aquellas lágrimas
con lienzos de sus cabellos
besando lo que mojara
con harto arrepentimiento
sin mirar aquellos ojos
que increpaban sus deseos
el dueño de casa vio
la escena lleno de celos
y pensó que si era Dios
el divino mensajero
conocería la fibra
de la mujer de aquel suelo
que sólo ardía en saciarse
con gotas de algún veneno
Jesús que en su gran amor
conoció su pensamiento
le dirigió la palabra
que escuchara el fariseo
...
un poderoso señor
que prestaba su dinero
entregó un tanto del mismo
a dos hombres que pidieron
sendas partes del metal
para cubrir sus aprietos
y al cabo de muchos días
cuando ya venciera el tiempo
con humildad confesaron
que continuaba el apremio
y el dueño de la fortuna
perdonó todo el dinero
y a quien diera mucho más
le dio su perdón primero
y al segundo en ese trance
también regaló ese gesto
quién de los dos amó más
a quien libró del arresto
fue la pregunta que hiciera
el Señor al fariseo
seguro que a aquél que fuera
perdonado en más dinero
y Jesús le dijo entonces
respondiste con acierto
y mirando a la mujer
le replicó al fariseo
vine a tu casa a comer
y no me diste al momento
el agua para mis pies
que ella lavó con su gesto
derramando aquellas lágrimas
que secó con sus cabellos
tú no me diste al llegar
como es costumbre aquel beso
y ella ha besado mis pies
amando en humilde gesto
tú no ungiste mi cabeza
como debieras hacerlo
y ella volcó su perfume
agradecida en su pecho
por eso es que sus pecados
y sus muchos desaciertos
merecieron el perdón
que Dios entrega en su huerto
porque mucho he perdonado
mucho amor mostró en su anhelo
de agradecer el regalo
de un segundo nacimiento
vete dijo a la mujer
no vivas más tiempos viejos
El hijo dejó la casa
soñando una nueva hora
y encontró muchos caminos
que prometieron lisonjas
apremiado por las ansias
de ver su propia corona
recorrió la dura senda
que le mostró que él ignora
las verdades que al beberlas
le encendieron tanta sombra
el hijo descubrió frágil
la música de sus notas
despilfarró su dinero
y esquilmó su vida corta
desesperó de su suerte
y buscó encontrar antorchas
que iluminasen el tiempo
por allegar a esa alforja
que lo nutriera del pan
y el agua en su misma copa
y en clara desesperanza
aparcó en una casona
donde encontró con esfuerzo
un trabajo que sofoca
y es tarea mercenaria
cual espacio sin lisonjas
donde el hambre no moría
y la sed nació en su boca
una voz encendió allí
el pasado en su memoria
y pensó en aquel regreso
donde el hambre allí se ignora
y la sed no puede hundir
su cuerpo en triste parodia
y resuelto decidió
revivir su propia historia
y guarecerse en su casa
humillándose en la forma
que el padre se lo indicara
para lavar su derrota
y de lejos caminando
perdido en su propia glosa
vio en el diáfano horizonte
su casa cual viva joya
y luego de contemplarla
gimiendo en gritos de poda
descubrió que el mismo padre
entrado en años se asoma
para estrecharlo en su seno
y dar aliento a su copa
el encuentro fue inefable
sin palabras que deforman
sino en lágrimas vivientes
que bautizaron su ropa
el padre le dio el anillo
que él mismo al hijo coloca
y le prometió una fiesta
adornada con la rosa
que es amor indeclinable
y es respuesta que provoca
reminiscencias de ayer
cuando el hoy dicta su hora
El pastor y su rebaño
padecieron sufrimientos
por esa oveja perdida
que clamara por su estero
y el pastor al descubrir
en la majada el lamento
comenzó a buscar sin pausa
a la oveja en su destierro
y al cabo de mucho tiempo
sollozando humilde gesto
encontró en una emboscada
a la oveja sin aliento
la puso sobre sus hombros
y la llevó a su vivero
donde curó sus heridas
y amaneció un tiempo nuevo
así el Padre ama a sus hijos
que sufren horas de fuego
él se abaja hasta el herido
y lo levanta del suelo
lo llena de amor sagrado
y lo devuelve al sendero
donde encuentra su rebaño
que llorara su desierto
la clara misericordia
de Jesús el nazareno
no le pregunta al que sufre
por qué arriesgara su techo
simplemente lo recibe
con hondo gozo paterno
por encontrar esa oveja
que sanó su cuerpo enfermo
y revivió de su muerte
iniciando un hondo vuelo
y al volver hasta su casa
lleno de amor en su celo
el pastor alimentaba
el gusto de aquel esfuerzo
compartió con sus amigos
la alegría del encuentro
diciéndoles que habrá fiesta
mucho mayor en el cielo
por un pecador que vuelve
a su propio vertedero
que por muchos otros justos
que desconocen su apremio
creyéndose sin pecado
por propio merecimiento
sólo nace la justicia
en el hombre jornalero
que conoce su pobreza
y renace al hombre nuevo
Estando el Señor un día
en el templo donde hablaba
escribas y fariseos
queriendo armar una trampa
le trajeron con violencia
una mujer que encontraran
cometiendo un adulterio
y en su pueblo era expoliada
le pidieron a Jesús
que enunciara su palabra
pues las leyes de Moisés
mandan que fuera apedreada
y juntos están allí
para esgrimir la estocada
el Señor al escucharlos
vio que la mujer lloraba
y comenzó con el dedo
a escribir mientras callaba
alguna letra en el suelo
que nadie la deletreaba
y preguntaron urgiendo
qué respuesta les brindaba
Jesús levantó los ojos
y respondió en su mirada
aquél que esté sin pecado
comience a darle pedradas
y volvió a escribir el suelo
con el dedo de su palma
y aquellos acusadores
con ánimo de venganza
comenzaron a alejarse
de aquel sitio y de su drama
los más viejos fueron pronto
quienes primeros dejaban
aquel juicio tendencioso
donde a Jesús contemplaban
impávidos al saber
la fuerza de su palabra
y mirando a la mujer
Jesús en esa portada
le preguntó si hubo alguno
alguien que la condenara
y al negar que lo quisieran
con sus manos mutilarla
le dijo el Señor no temas
por mí no estás condenada
ya no quieras pecar más
Dijo el Señor proclamando
su amor misericordioso
que nosotros como él mismo
imitaremos sus ojos
comunicando el perdón
a quien cercene su rostro
amen a sus enemigos
dijo Jesús en el colmo
del amor que se hace llama
y astillas al duro tronco
hagan el bien a los hombres
que los llenaron de odio
al que maldice bendigan
y al que difama en el foro
respondan con la oración
donde Dios enseña todo
al que te pegue en el rostro
ofrece tu amor con gozo
y entrega la otra mejilla
en ese trance doloso
y si alguien te quita el manto
en su furia presuroso
dale también esa túnica
sin volverte rencoroso
a quien te pida no niegues
lo que busca en su reposo
y a quien tome de lo tuyo
no reclames su retorno
la mansedumbre y paciencia
vencen al hombre más torvo
hagan siempre a los demás
lo que esperan de los otros
si aman sólo a quien los ama
no existe un gesto gracioso
pues los mismos pecadores
enhebran ese coloquio
y si prestan esperando
la devolución del oro
hacen lo mismo también
que el pecador en su escollo
amen al propio enemigo
y presten con vivo asombro
como el Padre celestial
perdona al hombre y su entorno
hagan el bien y no esperen
recompensas del tesoro
que es el préstamo entregado
a quien busca pretensioso
y entonces la recompensa
será grande para todos
y ustedes serán llamados
hijos del Padre amoroso
que es bueno en todo momento
con buenos y malos todos
Ejerciten la piedad
con suma misericordia
como el Padre abre sus brazos
a quien sangra en su derrota
no juzguen a los demás
y no juzgaran sus horas
no condenen a su hermano
y llenarán sus alforjas
del amor que los perdona
y en ese perdón se goza
den mucho y se les dará
mucho más de lo que donan
y la medida que entreguen
bien será usada en su copa
acaso puede algún ciego
conducir hasta su choza
a otro ciego que padece
sin poder vivir su historia
ambos caerán en el pozo
donde muere la memoria
el discípulo que aprende
no entona mejor sus notas
que el maestro que en su ciencia
al discípulo desborda
por qué miras esa paja
de tu hermano que te enoja
y no adviertes esa viga
crecida en tu propia alforja
saca primero tu viga
ejercitando una poda
y entonces verás muy claro
cómo sanar lo que aflora
en el ojo de tu hermano
que es paja que lo sofoca
Si tu hermano ha cometido
en su vida algún pecado
que desintegra sus horas
y entristece a sus hermanos
corrígelo con amor
que es fruto del árbol sano
rescatarlo en su desgracia
recobrando su descanso
tú al mirar cualquier maldad
corrige al hombre en privado
y si escucha tu consejo
habrás logrado sanarlo
si no escucha tu palabra
busca entre varios hermanos
dos o tres que estén dispuestos
a salvarlo del naufragio
y ellos serán los testigos
que den cuenta de su cambio
si se esconde en ese tiempo
y renegara escucharlos
dilo a la comunidad
que lo exhorte en esos pasos
su postura reticente
le impide vivir su canto
y Jesús dijo a los suyos
aquéllos que hubo llamado
lo que ustedes en la tierra
con mi poder desataron
quedará en el cielo eterno
en el hombre restaurado
y lo que aten en el suelo
con certeza en este vado
será también en el cielo
para siempre amordazado
pues el hombre en libertad
acoge el bien en sus pasos
y si rechaza al maestro
quedará en su propio fango
Una mujer que tenía
diez dracmas en su posada
al perder una de ellas
padeció lo que extraviara
y le dolía la suerte
de la moneda soñada
y resolvió con firmeza
recobrar lo que admirara
cual recuerdo que en su vida
fuera moneda preciada
y también era afligida
porque el dinero faltara
para aliviar sus carencias
y vivir asegurada
y se dispuso a barrer
con denuedo aquella casa
recogiendo en los rincones
todo lo que allí encontrara
y entre el polvo y miniaturas
que en el piso se estrecharan
al barrer prolijamente
encontró lo que buscaba
y corriendo a los vecinos
teniendo en mano la dracma
invitó a que compartieran
la alegría restaurada
y volvió con pleno gozo
a guardar la perla hallada
que alentó en su pesadumbre
a quien la joya guardara
y así nos dice el Señor
son los ángeles que aclaman
por un pecador que vuelve
al pórtico de su casa
a estrecharse con su Padre
en la sublime alabanza
En una alumbrada tarde
donde el Señor proclamaba
los secretos de su Padre
al hombre que lo escuchara
estremecido de gozo
y movido en sus entrañas
por las voces del Espíritu
que a Jesús lo transportaba
reflejó su pensamiento
en inefable palabra
que naciera de lo íntimo
de su amor y de su llama
Te alabo Padre en la tierra
como en el cielo te alaban
cual Señor de tantos mundos
que te escuchan en tu zarza
te alabo porque ocultando
tu magnífica enseñanza
a los prudentes y sabios
que en tu casa no descansan
la revelaste a tus pobres
y pequeños que en su alma
dando cabida a tu Verbo
sus tiempos regocijaran
sí Padre porque has querido
llenar la copa que clama
por el vino de tu mesa
y el canto de tu palabra
solamente aquél que es pobre
y descubrió tus entrañas
puede escuchar y extasiarse
en la vida que tú exhalas
todo me ha sido confiado
por el Padre que me ama
y nadie conoce al Hijo
sino el Padre que me exalta
y nadie conoce al Padre
sino el Hijo de su entraña
y aquel hombre a quien el Hijo
tal misterio revelara
vengan a mí los que lloran
y yo aliviaré su carga
tomen mi yugo y aprendan
mi paciencia inalterada
mi humildad de corazón
pues hallarán la mirada
de mi Padre en su candor
y del Hijo que reclama
sólo la fe en el misterio
donde el pequeño descansa
porque mi yugo es muy suave
y yo alivio toda carga
luego miró a sus discípulos
y les dijo en voz muy clara
feliz el ojo que ve
lo que escucha su mirada
muchos profetas y reyes
quisieron en su añoranza
ver lo que ustedes perciben
y escuchar esta palabra
y no pudieron mirar
ni escuchar en su nostalgia
la voz del Hijo que encierra
el camino que restaña
sean benditos los oídos
de los pobres que me aguardan
El Hijo trajo a los hombres
la excelsa misericordia
que el Padre le encomendara
para sanar nuestra historia
y al cumplir con la misión
y encendernos una antorcha
se hizo niño en aquel seno
que purísimo y sin sombras
fue el pesebre más preciado
y el vergel que dio su rosa
en el cuerpo de María
donde el niño allí reposa
feliz la Madre de Dios
cuyos planes él desborda
feliz la que siempre amó
apasionada en sus horas
al eterno que eligiera
a su amada que lo implora
como la esclava de amor
dispuesta a beber su copa
y esa Madre fue el canal
donde Dios mostró su gloria
regalando en cada gracia