Gracias Padre que moras en tu gloria
y regalas tu amor a cada hijo
porque tú los creaste por amor
y ellos buscan vivir siendo testigos
de tanta mansedumbre que me entregas
de infinita paciencia en mis delirios
sabiendo que tu voz nos estremece
y tus ojos se encuentran con los míos
en un diálogo puro y silencioso
que abunda en confidencias entre amigos
en la inmensa confianza que reclamas
como tú nos confiaste tus designios
y en esta pequeñez tú me engrandeces
pues tu amor es la cima en mi destino
Hoy la distancia me ha vedado
aquella puerta que aparece en su morada
y yo no sé del tiempo mío
que desconoce los momentos que rebasan
el monte siempre es elevado
para los ojos que conquistan su mirada
en el andar de mi sendero
por encontrar alguna luz agazapada
que me aperciba de aquel norte
adonde viaja mi existencia esperanzada
quiero correr a los umbrales
que se disponen a empalmar con mis pisadas
y sólo sé que aquel espacio
yo no lo puedo descifrar en esta marcha
he de seguir por el camino
hasta que el cielo me regale su alborada
y he de gozar en esa senda
porque me lleva a conquistar la voz del alba
que para siempre estrenaré
cuando mi tiempo esté en el tiempo de la zarza
y cante glorias y aleluya
porque el Señor me haya guardado en su posada
Canto en la noche que bebió mis ansias
salmos de amor y de alabanza al Padre
nítida flor de su misericordia
en esa Cruz que me entregó la llave
de aquel azul donde contemplo el cielo
para encender aquel fogón que arde
en lo profundo de mi pecho virgen
y en la esperanza de gozar mi valle
canto Señor a tu divina gloria
vivo en tu senda la verdad que blande
el mensajero que erigió sus pasos
para aclamar a quien oyó su viaje
sé que mi vida cobijó sus alas
en esa diestra del Señor que sabe
estremecer mi corazón de pobre
y enaltecer mi pequeñez que late
en casta herida que redime al hombre
y sólo busca que su amor lo salve
de la penumbra que amenaza al hijo
que en hora esbelta recobró a su Padre
He sido padre en este suelo
y he descubierto la ternura que ello encierra
cuando encontré por pura gracia
a quien buscara ver su sueño en esta espera
paternidad es dar la vida
y la palabra que el Espíritu tejiera
por conducir al hijo propio
por esa senda que su Dios le estableciera
el padre logra que su hijo
al escucharlo se asemeje en su carrera
a sus visiones y proverbios
que al ir corriendo el niño sabio los encuentra
crece en el hijo el amor puro
que ha recibido de su padre y lo recrea
en gratitud que se hace vida
y en la confianza que el pequeño deletrea
cuando descubre sin esfuerzo
la calidez con que el amor se le revela
no sólo el hijo habrá crecido
sino también el mismo padre se reencuentra
en ese niño que pequeño
habrá de ser quien lo prolongue en su existencia
y sólo aguarda el crecimiento
para vivir en propio estilo y elocuencia
He vivido cantando
y he gustado beber de tu sapiencia
cuando el duro camino
me exigió reclinarme en honda espera
he querido la vida
por darla a mi Señor y a quienes fueran
discípulos que buscan
aprender las lecciones de su senda
he sabido apreciar
los racimos de sol para mi huerta
y he gozado al mirar
el brillo secular de las estrellas
que iluminan la noche
en cadencia de luz en mi reseña
oh clara magnitud
del amor que el Señor volcó en mi mesa
oh viva densidad
que el amigo en su júbilo me entrega
para hacerme feliz
cuando crujen los vientos en su estela
y puedo contemplar
la mirada de paz donde se muestra
la voz indescriptible
que el Señor me regala en su faena
Hemos orado y esperado juntos
al abogado que nos diera el cielo
que fue promesa que nos diera el Hijo
al elevarse en su glorioso cuerpo
hemos vivido la presencia mística
del propio Espíritu al llenar los cuencos
de nuestras almas que se alimentaron
con esos dones que anunciara el fuego
iluminando nuestra fe en Jesús
y descifrando lo que dijo el verbo
alimentando con su ser divino
nuestra familia en el amor fraterno
para ser santos y obedientes hijos
y entregar vida al que buscó su techo
Yo te canto feliz en este día
y comulgo contigo en tus afanes
que inundan mi existencia con afanes
proyectados por ti en mi alegría
y celebro cantar en este día
el fruto del manjar de aquellos panes
que cambiaste en tu cuerpo y no son panes
como el vino en la sangre de tu día
hoy celebro feliz tu sacerdocio
que me pide tu amor irrevocable
y se goza en llamarme cual testigo
no me canso en el surco o en el ocio
de admirar la riqueza incomparable
que goza las bondades del amigo
Inefable presencia que te escondes
en mendrugos de pan y en ese vino
y es fruto de la tierra generosa
y las manos del hombre que ha querido
ofrecer al Señor del universo
florecillas silvestres que han bebido
del amor con que enciende el hortelano
la savia y la simiente que da el trigo
la mínima labor del hombre encierra
la divina presencia de aquel Hijo
que el Padre nos regala cada día
cual sustento del alma de sus hijos
como viático puro del enfermo
y alimento del diálogo de amigos
que recoge a los hombres de la tierra
para luego reunirlos en racimos
que viven de aquel pan que ya no es pan
y del cuerpo y la sangre que han sabido
ofrecer en pequeño receptáculo
la infinita grandeza del amigo
el amor de Jesús el nazareno
y la prenda de gloria en su destino
Eres luz que me alumbras en la noche
y eres fuego que ardes en invierno
eres Verbo de Dios que me regalas
confidencias que nacen de tu seno
eres pura Verdad que al mundo inunda
y aleja la mentira del sendero
eres vivo alimento de los débiles
y esperanza del hombre sin consuelo
te introduces pequeño en los pequeños
y engrandeces la vida de su cuenco
el silencio acompaña tu presencia
y es diálogo de amor lo que yo advierto
Sedientos de piedad corren mis pasos
aleteando plegarias en la noche
y gimiendo entre lágrimas ocultas
por volver a la cumbre de aquel monte
que prodiga en la sed el agua pura
y el descanso en el aire de los bosques
sedienta de verdad corre mi vida
tejiendo pensamientos que en sus odres
anuncian esa luz que se derrama
cuando el canto ilumina a todo el hombre
Bendita saciedad la del sediento
que pregona verdades de aquel Nombre
intentando sembrar flores silvestres
o rosales lujosos de esplendores
agua viva es el agua luminosa
que brota de la piedra que socorre
la existencia precaria del que llora
y el andar que reclama quien es pobre
por llegar a lograr brisas del día
y entonar villancicos en la noche
He indagado en los aires de tu seno
por vivir la inocencia que reclamas
de tus hijos que viven en su cuerpo
sin que algunos adviertan que hay un alma
y he podido saber que tú procuras
desplegar el amor con tu mirada
en errancias oscuras de los hombres
que ignoran de tu amor que nos abraza
sedujiste Señor a quien te escucha
y pudiste encontrar voces que claman
habitar en la paz de tu presencia
y gozar tu misterio en la palabra
ten piedad oh Señor de todo el hombre
y acrecienta el clamor de quien te llama
y aunque busquen algunos el abismo
muéstrales que tú lloras por sus lágrimas
asiste al que te sigue peregrino
por su fidelidad hacia tu casa
Aunque un velo me oculta
la pureza sin mancha de tu rostro
y aunque el sol se ha dormido
aguardando crepúsculos del alba
yo conozco tus perlas
privilegios y dones que te visten
y perplejo en la noche
yo sé que se apresura el nuevo día
la hondura de tus ojos
enciende puro amor en tu mirada
y sabes que te busco
y encuentro tus pisadas en mi playa
eres madre purísima
que me diste en Jesús toda riqueza
y cobijas mis ansias
del encuentro en la gloria que tú vives
soy tu hijo pequeño
encendido en su ser y pregonero
de tu inmensa bondad
donde muestras las glorias del eterno
yo no puedo escribir
con palabras humanas tu grandeza
pero cantan mis labios
con inmensa bondad tu amor celeste
Sólo sé mi Señor
que me aguardas en tiempo muy cercano
y ya vives conmigo
preparando el banquete de tu gloria
no te cansas de amar
y derramas tu sangre por mi vida
tú regalas la gracia
en cada acontecer de mi sendero
hasta el monte en que habitas
preparando moradas a tus hijos
y sembrando tus dones
que ganaste en la cruz para mi alma
yo te alabo Señor
y no sé como puedo darte gracias
pero pongo mi vida
al servicio del tiempo en que redimes
gozando anticipado
del encuentro que eterno se avecina
y cerrando mis ojos
para abrirlos en horas de tu estancia
porque sólo en tu casa
puedo ver mi sublime alumbramiento
Tú has venido Señor
a vivir la pobreza con los hombres
trayendo aquella gracia
que redime al mortal de su pasado
entregando tu amor
sin otra expectación que mi sonrisa
al mirar tanta gloria
envuelta en esta tierra y su aspereza
y has dejado sembrada
la semilla de eterna trascendencia
en cada corazón
que se abriera a tu don en tu palabra
y has querido alentar
y guiar a tus hijos en tu Espíritu
que te nombra en mi alma
y busca con tu voz clamar al Padre
con María la reina
que me diste por madre en tu quebranto
y se goza por ver
que tu gracia en mi ser no fuera estéril
y hoy aguardo callado
silencioso y tambien meditabundo
la divina presencia
que se ofrece en las luces del encuentro
He guardado silencio
cuando pude escuchar voces amigas
invitando a mis ojos
a vivir el misterio contemplado
y he querido volar
más allá de los velos de la noche
y encontré la sorpresa
de que aguardan el día del reposo
para abrir ese cofre
a mis ojos cargados de esperanza
y hablar en la mirada
con palabras jamás ensombrecidas
y mostar el jardín
con miles de capullos y esmeraldas
que aguardan el sendero
llamado a inaugurarse en tiempo breve
oh bendito Señor
que produces inmensas maravillas
infinitas riquezas
fruto propio de tu grandiosidad
tú quisiste al crearnos
llenar de tu alegría nuestra vida
expresión inefable
Tus voces me reclaman
y advierto yo en tus llamas la presencia
del amor que te pide
entregar con fervor toda tu vida
tu sublime presencia
es melódica luz que me alimenta
tu palabra es anuncio
que proclama el calor de tu inmanencia
y vienes a buscar
aquel sí que me pides y es respuesta
al amor que en mis ojos
se expresa dialogando en tu represa
yo no puedo cantar
como suelen los hombres en su fiesta
pues mi voz no me alcanza
a entonar los arpegios de tu diestra
he querido encontrar
el camino que lleva hasta tu cuesta
y he debido esperar
las luces que en el astro centellean
sólo quiero beber
de tu gracia tu amor y tu belleza
contemplarte en tus llamas
y advertir la morada que me acercas