Estos Sonetos para orar en sus tres volúmenes, si bien aparecen en este lugar de la Colección "El agua en la vertiente", pertenecen a una primera época en la escritura del P. Carlos Pérez.
Ya en ellos se vislumbra lo imbricado de la oración vocal, unida a la reflexión, de tendencia contemplativa, y aún a cierto grado de contemplación.
Distintas circunstancias de la vida, así como los intersticios del camino propio de la vida espiritual, van diseñando un modo de elevar el alma hacia el ámbito celestial, del que se espera la escucha, la asistencia, el perdón.
En general muy sencillos, pueden resultar de gran utilidad a quienes se inician en el sendero de la oración. Pero no está de más recordar que, frente a la magnificencia e infinitud de Dios, todos somos, cada día, principiantes.
Es nuestro deseo, que la puesta en manos del lector de estos libros, contribuya no en poco, a este fin.
Amigo de los hombres confidente
que en tu gozo alimentas nuestra vida
tú nos das la verdad que está ceñida
al salvífico amor gloriosa fuente
confías el secreto en el presente
de tu Padre que entrega florecida
excelsa redención en ti surgida
y prenda de la gloria en sol naciente
oh Señor tu amistad me regalaste
en la sangre de cruz te recogiste
y es gracia con que al hombre recreaste
tu bondad vida eterna que nos diste
produce aquel perdón que preparaste
y en tu rostro la luz que me reviste
Sembrador del Padre tu cosecha invita
a labrar la siega que la tierra aguarda
en esbeltas mieses que tu sol resguarda
ascendiendo escalas en fecunda cita
danos tu semilla que en penosa cuita
alimenta sabia cuando el surco tarda
danos el mensaje que en tus ramas arda
imprimiendo el sello de tu amor visita
sembrador del Padre musitar de versos
que en caudal de río recitando esgrimes
cual cantor en tiempos por demás adversos
en prolija siembra de tiniebla eximes
al que sufre muerte por buscar diversos
en su afán senderos cuando tú redimes
Te agradezco Señor porque has querido
que mis versos cantaran tus bondades
alumbrando la vida en soledades
que perfilan los tiempos que he vivido
tu infinita grandeza he revivido
venciendo las mezquinas vanidades
y germina en el alma y sus edades
un hermoso jardín que ha renacido
tu divina bondad es entregada
por amor a tus hijos que padecen
orfandad en penumbra atribulada
a la luz del misterio reverdecen
los plantíos que en voz ya liberada
aclaman tantas huellas que florecen
Gracias Padre que brindas dulcemente
tu inmensa compasión y amor divino
la alegría y la paz en mi camino
y la gracia que das en don creciente
agradezco también Padre clemente
tu pura gratuidad en mi destino
tu abrazo entre las voces que imagino
animando mi paso sabiamente
soy tu hijo feliz, oh Padre bueno
no merezco la gracia que me has dado
pero es fruto de amor desde tu seno
hoy recibo la luz que me has brindado
mi canto quiere estar de amores lleno
y anunciar que tus ojos me han mirado
Oh! Dios que tanto amor has ofrecido
es tuya toda gloria en este suelo
que las flores y pájaros en vuelo
intentan expresar en su sonido
hoy aguardo alabanzas que has querido
te brindaran tus hijos en el cielo
que en la gracia vivieron tu consuelo
en sublimes canciones convertido
soy feliz sin medida al adorarte
y es inmensa la dicha que me ofrece
el canto que tu gracia ha de expresarte
dame luz y palabras donde exprese
el júbilo de verte y abrazarte
con la voz de la fe que reflorece
Jesús que me miraste compasivo
al nacer en Belén en pobre cuna
enciérrame en tu infancia y que ninguna
tempestad haga daño en tiempo esquivo
recibe el caminar que yo derivo
al cumplir la misión en propia cuna
y al gestar en la luz de tibia luna
el clamor de unidad que en ti percibo
te doy gracias Jesús por tu clemencia
te entrego la tarea que me diste
y te sigo sereno en la apetencia
de vivir en la gracia que quisiste
regalarme en la cruz de tu indulgencia
que es la hora de amor que preferiste
Divino Padre que en amores vives
dando respuesta al vendaval que azota
eres claro manjar que el hombre agota
en horas que a su tiempo lo revives
la historia de mi vida que tú escribes
en vuelo fugitivo de gaviota
se convierte en la página que brota
la divina presencia en que resides
la piedra y el peñasco con que roba
mi atención el temor agazapado
sugieren caminar en la recova
tu casa cual cristal de acantilado
son los huecos divinos de tu alcoba
que permite saber que soy amado
Tú amistad oh Señor me has entregado
como dulce expresión del Padre bueno
es jardín que florece tan sereno
permitiendo gozar tu ser amado
descubrir tu bondad hube ensayado
cual sublime camino que está lleno
de misterios de luz que han hecho ameno
el diálogo de amigos que ha brotado
ya mi vida no canta sin tu vida
ya mis tiempos se opacan si en tu casa
no pudiera en tu amor tener cabida
tu amistad es la gloria que no pasa
y tu cálido amor hoy me convida
a beber en tu copa que rebasa
Yo no sé descifrar tu voz divina
mis oídos padecen indigencia
tan sólo por virtud de tu indulgencia
hoy me atrevo a cantar lo que imagina
mi memoria que busca y adivina
el oculto lenguaje de tu ciencia
la gloriosa bondad de tu clemencia
y el amor de tu ser, perla genuina
como niño que llora y que balbuce
tarareo la letra que en su canto
a tu sabia morada me conduce
oh glorioso Señor tres veces santo
apacienta el rebaño que trasluce
el tener tal pastor y gozar tanto
Te doy gracias Señor y te bendigo
por la gran compasión que me has brindado
cuando el sol de tu amor se hubo posado
y ha buscado por siempre estar conmigo
yo no sé contemplar si no es contigo
las bellezas que al hombre has regalado
la pureza del agua que has buscado
y la gracia entregada como amigo
tu poder, tu bondad, tu vida entera
inundan de riquezas el camino
que nos lleva a gozar en simple espera
del encuentro glorioso en el destino
de cantar y seguirte adonde fuera
transportado en tu luz de peregrino
Quién Señor es capaz de comprenderte
o anunciar tu misterio que inefable
intenta balbucir por agradable
el que oye tu palabra y se convierte
en tu seno de Padre al conocerte
por la fe que es el vínculo habitable
conozco una riqueza inexpresable
que precisa la luz de poder verte
oh! Señor qué profunda es la distancia
entre el ser infinito de tu vida
y la flor que se esmera en su fragancia
acércate a mi casa empobrecida
lléname de tu amor y tu confianza
y seré nueva luz por ti encendida
Tu presencia Señor es gracia pura
en las cosas creadas estás vivo
en los hombres tu rostro yo revivo
y el sagrario regala tu figura
singular es tu gracia que fulgura
en mi alma feliz en que percibo
regalando piedad que yo concibo
recogiendo mi ser en tu estatura
tu suprema persona está presente
me señala en tu luz aquel camino
que debo recorrer gozosamente
y me invitas a ver que mi destino
sólo encuentra la paz holgadamente
cuando busco tu amor yo peregrino
Pastor que a tu rebaño das la vida
con la fuerza que esgrime tu enseñanza
y que ofreces tu gracia sin tardanza
a quien busca la luz en cada herida
tu pan es alimento que convida
tu amistad nos desborda la confianza
tu vino nos aumenta la esperanza
y tu Verbo es la flor estremecida
tú conoces a todas las ovejas
y ellas buscan tu voz en su camino
sabiendo que en la prueba no las dejas
les entregas tu amor precio divino
ante el riesgo del lobo no te alejas
y en tu cruz se hace vida su destino
Tú Señor sólo tienes amor puro
y tu gracia es tesoro que venero
tú no sabes negarlo en el sendero
a tus hijos que labran su futuro
contemplando el presente en el oscuro
trepidar de la vida y en su esmero
por lograr recibir tu don primero
que le diera en espacio prematuro
tan sólo te es posible en tu grandeza
develar compasión de luz divina
que ofreces al que gime en su pobreza
tú gozas en dar paz al que imagina
y vive descubriendo tu belleza
cuando el hombre sediento en ti camina
Buen pastor que formaste tu rebaño
al que diste la luz de tu presencia
la verdad el amor y la indulgencia
liberando al redil de todo daño
tu divino poder ya no es extraño
al que vive amparado en tu clemencia
sabiendo que anulaste la sentencia
de la falta en su arduo desengaño
tu cayado conduce mi camino
tu bondad resplandece en mi morada
y gozo de la vida en tu destino
de colmar mi canción, aprisionada
por tu halo de pastor, sello divino
que se instala radiante en mi escalada
Te abajaste hasta el hombre descarriado
restañando su sangre por tu herida
ofreciste morir y dar la vida
como precio de luz aprisionado
hoy canto con mi ser alborozado
recibiendo a mi Dios comprometido
a librarme del mal que haya querido
destruir la bondad que él me ha brindado
yo te alabo Señor cuando me ofreces
horizontes de vida no soñados
que expresan con mis labios hondas preces
te doy gracias en tiempos rescatados
pues viviendo un dolor que no mereces
me diste tantos gozos regalados
Tu divina presencia en el sagrario
es espacio de sol para el creyente
que se expresa en su amor gozosamente
desgranando decenas de un rosario
como canta la voz del campanario
adoran al Señor allí presente
el niño y el anciano penitente
que viven de la gracia del calvario
el Señor que eligió ser pan de vida
se aloja en el recinto que lo guarda
y a crecer como amigos nos convida
a quienes lo visitan él aguarda
enseña su palabra allí encendida,
y al enfermo da luz para que arda
Tú estás cerca Señor de quien te clama
y vives en el hombre que has creado
y nació redimido en tu costado
y bebió agonizante de tu llama
entregas tu presencia porque te ama
sabiendo que ese hombre ya salvado
no podría quererte si en tu prado
no encontrara tu pan que allí reclama
sólo tú das la vida en amor puro
que permite abrigar en su grandeza
las bondades que tejen el futuro
el canto que hoy eleva su riqueza
las flores que ganaste en leño duro
y la luz que es la voz de tu belleza
Yo sé que mi Señor en la postrera
aurora de mi ser vendrá seguro
y el llanto por vivir sitial seguro
saciará en mi dolor su voz primera
la infinita bondad en viva espera
será aliento y descanso en mi futuro
por la excelsa visión donde procuro
caminar en la senda verdadera
el ansia de gozar al contemplarlo
el gemir por la tierra prometida
y la fuerza de Dios al escucharlo
me embriaga de certeza donde anida
el placer que imagina al conquistarlo
la hora incomparable amanecida
alba de mi existencia vendrá a buscarme
y secando mis ojos por amarme
El tiempo que regalas en la vida
es oro que en el agua se despide
es lluvia que hace fértil lo que pide
la tierra en su apertura renacida
es gozo que percibe quien convida
a hermanos que no saben lo que pide
el fruto que en el tiempo sólo impide
quien vive despreciando lo que olvida
las horas y los días nos ofrecen
tareas que realizan nuestro sueño
y aguardan el trabajo que merecen
el tiempo del Señor no tiene dueño
y en la tierra es regalo en que se ofrecen
las chispas que se escapan de su leño
Tu camino recrea mi camino
tus canciones enlazan mis canciones
caminando y cantando en tus mociones
yo descubro la paz de mi destino
la distancia que en tiempo no imagino
y el amor que desborda en emociones
permiten aumentar las ilusiones
que desvelan su sueño al peregrino
cuán cerca de tu vida está mi vida
tus amores inspiran mis amores
y en tu casa descanso sin medida
ven Señor a quemarme en tus ardores
enciende con tus luces mi partida
y dibuja tu rostro en mis fulgores
Arrópame Señor en tu pobreza
aligera la carga que me diste
alegra el corazón que tu quisiste
desplegara el amor de tu pureza
arrópame en tu cuna y tu grandeza
compadece el andar que tú elegiste
en mi senda que sólo se reviste
de tu paz tu silencio y tu belleza
yo no sé caminar entre la espina
el cardo el pedregal o la espesura
y encuentro la inocencia que encamina
mis pies a trashumar hacia la altura
mis ojos a vivir cuanto imagina
el mortal en tu valle y tu figura