Abbá Padre II. El legado


INDICE


Pórtico

   A la Santísima Trinidad

   A María Reina y Madre

   Espacio de mi tiempo

   Insondables designios

   He recorrido vibrando

   Vertientes que abrazan

   Yo te escucho Señor

   Llegará aquella hora

   Eres el Agua viva

   Sólo tu mi Señor

   Tu amor Padre bendito

   Sufrir la sangre y ascender

   Encontré tu tesoro

   Destello de tu cántico

   Tú sólo eres camino

   Sólo alabarte y bendecirte

   Espíritu Divino

   NOCHE, DENSA Y OSCURA…

   Te revelas al hijo en cada brisa

   Tengo la paz de su figura

   A Jesús el Señor

   Soy el testigo de la altura

   Felices los pobres

   El caudal de la fuente

   He gemido buscando

   Tu rostro vivo

   Audacia


La Madre y la barca

   María

   Nave peregrina


El legado

   La hora del tránsito

Pórtico













A la Santísima Trinidad


Oh Santa Trinidad un solo Dios
que habitas en los huecos de mi alma
tú vives enseñándome tu gloria
yo busco descubrir tu viva llama
no puedo con mi fuerza abrir mis ojos
porque puedan mirar tu propia zarza
pero puedes hacer que yo te vea
llevado por tus dones en mi estancia
mañana te veré en luces de gloria
hoy sólo puedo verte en la fe diáfana
luminosa la gloria y su visión
oscura es en la fe aquella mirada
un día por tu amor contemplaré
maravillas de gloria que me aguardan
hoy busco merecer en humildad
los deseos que vibran en mi alma
hoy me gozo confiando como hijo
sabiendo que te veo en la esperanza
y mañana veré tu propio rostro
sin los velos que añoran tus entrañas


 
 
   
   

A María Reina y Madre


Yo te alabo Señora de los cielos
que alumbraste oquedades de la tierra
y me pides beber en tu agua santa
donde alivias dolores que me aquejan
eres faro sutil del mensajero
que conduce navíos a la vera
de ese rio que añora caudaloso
impulsar tus deseos en sus velas
eres madre que surges de un designio
misterioso que crece con la espera
que entona melodías inefables
por los hijos que el Hijo recibiera
tu seno tu sonrisa tu plegaria
me llevan a entregarte lo que intenta
para ser tu discípulo mi anuncio
de verdades que Cristo nos reserva
donde parte su pan para los hombres
y en su sangre redime lo que eleva


 
 
   
   

Espacio de mi tiempo


Espacio de mi tiempo que deambulas
forjando la ilusión en mi esperanza
de vivir en la paz del que dibuja
en mi vida el calor que da la gracia
Tú sabes de la siembra y sus frutales
conoces los clamores de la fragua
y buscas que descubra embelezado
el tesoro de gloria que me aguarda
Eres amplio jardín que me recreas
y enseñas el sendero que derrama
la música embebida en la certeza
del ardor que la vida me depara
Espacio de la tierra que me indicas
en la esfera la luz que en noche clara
me anuncia el otro espacio que infinito
encierra los gorgeos que me aguardan


 
 
   
   

Insondables designios


Son insondables los designios
que en mi visión yo desconozco
pues infinitos sus matices
se le oscurecen a mis ojos
gloria al eterno que me guarda
cuando yo caigo en mis escollos
con su ternura y mansamente
al escuchar cuando lo invoco
pues como autor de mi alegría
vuelca el amor desde su trono
y me asegura en el camino
aquel poder que yo conozco


 
 
   
   

He recorrido vibrando


Intento devorar en el silencio
las ráfagas que tienden esas redes
capaces de apresar las ilusiones
y prontas a verter sueños del alma
he corrido vibrando en mis adentros
acordes de mi tiempo de salmista
y encontré aquella luz que dan las notas
intérpretes del hombre y de sus pasos
y he querido aparcar en horizonte
que vislumbro soleado y tembloroso
cuando sabe entonar en arreboles
los cánticos que lucen sus aprestos


 
 
   
   

Vertientes que abrazan


Selvático camino de la sombra
que imprime su estertor en la campaña
vorágine del tiempo que pretende
denunciar las malezas y las plagas
el hijo de la tierra está sufriendo
mientras llega al portal de la mortaja
y tritura las horas de su tedio
suspirando por ver su propia talla
caminando en el filo de su historia
y añorando la brisa emancipada
pues conoce que el cepo de este suelo
ignora la razón de la esperanza


 
 
   
   

Yo te escucho Señor


Yo te escucho Señor
cuando tú me diriges la palabra
que es bálsamo de amor
toda mi vida labra
y busca transformarme en tal palabra

tú entregas con tesón
a quien has elegido por amigo
tu propio corazón
que late ya conmigo
y aguarda la cosecha de tu trigo

enciendes en mi alma
una hoguera de luz inextinguible
y ofreces esa calma
una brisa apacible
que me lleva a gozar al Invisible

tu amor me ha perdonado
las pisadas errantes de mi sueño
y sólo tú has buscado
que descubra en mi dueño
infinito el amor que está en su leño

tú vienes a buscarme
en el frágil sustento que alimenta
has querido donarme
esa luz que me alienta
cuando ves que mi alma está sedienta

tu vives en mi techo
y yo quiero cantar en tu posada
abrigas en mi pecho
tu paz acrisolada
y aguardas mi respuesta cincelada

gloriosa Eucaristía
que me entregas a Dios como alimento
el hombre en su agonía
adora aquel momento
que consagra tu pan en sacramento


 
 
   
   

Llegará aquella hora



1

Llegará aquella hora
en que escuche tu voz estando solo
conociendo el llamado
que aguardara en las horas de mi otoño
llegará ese momento
caricia de tus manos en mi rostro
en que vengas a verme
y a llevarme a la estancia por que bogo
tú vendrás a buscarme
en tu amor y en camino silencioso
la voz de tu presencia
inefable será divino asombro
yo no puedo saber
los matices del día del reposo
y no sé descubrir
la belleza que cubra mis despojos
me basta la certeza
de saber que vendrás por lo que añoro
a llevarme a tu casa
donde encuentre los odres del tesoro



2

Yo no puedo temer
esa hora sublime del encuentro
sólo busco gozar
la conquista que lleva hasta tu huerto
sin palabras aguardo
contemplar la grandeza que hoy espero
que me guarda en sus brazos
y me entrega la ropa de tu cielo
hoy me basta esperar
aunque es largo el camino de mi tiempo
pero sé que yo vivo
antesalas de gloria en mi desvelo
y yo sé que en mi casa
el Señor ha fijado su aposento
regalando la llama
que en las horas más grises yo contemplo
porque Dios es amor
y el amor es el clima de los cielos
donde ya sin gemidos
arderá la verdad que fue destello
en la tierra inundada
de preludios de gloria y sus anhelos



3

Ya no habrá mezquindades
y sólo la verdad será mi alero
y no habrá llanto amargo
sino alegre visión que da tu fuego
maravillas de gloria
inefable belleza de tu seno
acordes silenciosos
expresión de la boca de tu Verbo
ya la sombra habrá muerto
pues el día de Dios es día eterno
será fiesta sin pausa
la vida en el vergel que en Dios espero
la unión entre los hombres
que en perfecto racimo yo celebro
infinita canción
que danzara riquezas de ese suelo

no conozco la gloria
pero quiero vivir en su morada
no merezco tal cena
pero Dios me ha invitado en su palabra


 
 
   
   

Eres el Agua viva


Oh Dios tres veces Santo
cuán sublime misterio tu presencia
te adoro con mi canto
y entrego en la inocencia
mi pequeña figura a tu clemencia

tú buscas confidencias
con el hijo y amigo a quien soñaste
te entrego mis vivencias
que en tu gracia lograste
y camino en la cruz que tú llevaste

tú guardas el abismo
que un día entregarás al descubierto
contemplo aquel abismo
tu silencioso huerto
sabiendo que me llevas a tu puerto

oh bella creación
que me enseñas destellos del Eterno
no alcanza mi razón
mirando el árbol tierno
a explicar tanta luz en este invierno

te quedas incesante
por colmar con tu gracia al pecador
tú sabes que anhelante
está de tu calor
cuando debe encogerse en su dolor

eres el Agua Viva
que sana toda angustia en el sediento
tu palabra me invita
a flamear con el viento
cuando surgen las horas del tormento

tu seno venturoso
la matriz de la vida recreada
es místico reposo
en tierra desolada


 
 
   
   

Sólo tu mi Señor


Yo no sé de aquel día
que incierto entre los tiempos se prepara
pero sé que el Señor
me entregó la existencia con su gracia
para ser el actor
que gozara el sendero de su brasa
yo quisiera beber
esa gloria que abrevo en la distancia
en humilde oración
por vivir su calor en mi posada
hoy sé de mi renuncia
en caminos que entregan esa gracia
que modela mis días
y cobija mi vida en hora santa
sólo tú mi Señor
el agua que recorre mi jornada
hoy regalas tu vida
y dispones el clima de tu casa
para darme tu abrazo
donde canta tu amor cual viva llama
y yo puedo decirte
que mi amor es el grito que te aclama


 
 
   
   

Tu amor Padre bendito


Oh Padre de los cielos
en quien viven los dones que has creado
escucha los anhelos
del hombre que has amado
y con toda bondad has recreado

infinita grandeza
el amor que te nutre en la venida
del Hijo en su riqueza
que baja a nuestra herida
convertido en esclavo por mi vida

por tu Verbo creaste
el destello que anuncia tu figura
en obras que alumbraste
con luz que me asegura
la sublime visión de tu estatura

transformas al humano
en el hijo deleite de tus ojos
recreas con tu mano
al hombre y sus enojos
trastrocando en amor viejos despojos

tú cubres con tu manto
los pájaros del cielo que te alaban
las flores que en su canto
nostalgias expresaban
y a tus hijos que huérfanos estaban

tu amor Padre bendito
reclama de mis ojos la presencia
tu cielo que infinito
añoro en mi paciencia
será plena visión por tu clemencia

oh Dios, tú que inefable
abrigas a tu débil creatura
tan sólo es habitable
en esta tierra oscura
el tiempo que en amor la vida cura


 
 
   
   

Sufrir la sangre y ascender


Sé cobijar huellas perdidas
porque encontré mi propia huella
que entre los montes y los valles
quiso abrevar en mi carrera
ella me exige vagabunda
ver el destino que la encierra
y aprisionada en propio vértigo
sin descansar sigue la estrella
en cada paso hay una vida
y en esa vida está la huella
con su misterio de esperanza
que al caminar la vida siembra
el horizonte nos atrae
y la experiencia nos enseña
seguir la marcha es la consigna
en el espacio de mi senda
sufrir la sangre y ascender
es lo que el hombre ve en la estela
que dolorosa en el cansancio
goza al llegar su primavera
nada detiene su mirada
que entre las piedras está envuelta
siempre levanta sus pupilas
para subir la dura cuesta
yo voy descalzo a las alturas
ensangrentado por la senda
que me resigna a desafiar
fieras espinas que me enredan
mis pies conducen el navío
que yo navego en mi existencia
y son felices cuando viven
el recorrido al que se aferran


 
 
   
   

Encontré tu tesoro


Señor que me llamaste
a vivir en el templo de tu gloria
tú siempre me colmaste
en mi pequeña historia
de gracias que celebro en la memoria

suprema tu bondad
gloriosa la Verdad que me enseñaste
inefable piedad
tu cruz donde ganaste
la plena libertad que me entregaste

oh Dios a quien adoro
con humildes palabras de mi suelo
encontré tu tesoro
y vendí sin desvelo
lo que tengo por verte ya en tu cielo

nos diste en testamento
la divina grandeza de María
es madre en quien yo siento
que abriga en su porfía
la intención de encenderme en su alegría

oh Dios que en una cuna
te humillaste por darme nueva vida
vertiste en luz de luna
la preciosa bebida
de tu luz en ternura amanecida

y al fin de tu existencia
cumpliendo de tu Padre la promesa
sufriste con paciencia
la cruz en su aspereza
redimiendo en amor nuestra vileza

tú llamas presuroso
a los seres que lloran de alegría
sabiendo en su alborozo
que ofreces en tu día
el eterno manjar que apetecía


 
 
   
   

Destello de tu cántico


Gracias mi Dios por tu misterio
por tu poder y tu hermosura
porque la gloria que me entregas
no admite miedos en la duda
gracias Señor por tu amor vivo
que entre las noches nos alumbra
por tu verdad y por tu cima
que desafían lo que abruma
gracias te doy por las estrellas
y aquella luz en que fulguran
por el océano que inmenso
tu infinitud siempre dibujan
gracias Señor porque me brindas
esa palabra que profunda
firme respuesta me regala
en ripios crueles que me inundan
hasta la gloria sin fronteras
donde me aguarde tu ternura
sé del calor que da tu rostro
aunque esté envuelto en la espesura
sé del dolor que tú sufriste
con tanto amor por la creatura
y cual destello de tu cántico
puedo afincar mi fe madura


 
 
   
   

Tú sólo eres camino


Oh Verbo que engendrado
por el Padre en su seno luminoso
tu gloria has regalado
y expresas misterioso
el rostro de tu Padre majestuoso

tú mismo al encarnarte
hoy entregas tu vida inmarcesible
viniste para darte
al hombre que falible
es llamado por Dios a lo infalible

tu amor el que eligiera
el pesebre en el seno de María
allí la medianera
en sol de hermoso día
cobija tu persona en reyecía

tu amor que es infinito
no encuentra entre los hombres la respuesta
que clama en débil grito
e intenta en pobre gesta
el mortal que a tu amor su amor le resta

tu cuerpo sacrosanto
que engendrara aquel cuerpo de la iglesia
es pan para mi canto
y vino que se precia
en colmar esa sed que tanto arrecia

tú solo eres camino
la verdad y la vida redentora
brindando peregrino
la sangre intercesora
en bálsamo de paz y luz de aurora

triunfante resurgiste
con tu cuerpo en la luz glorificado
por siempre allí me diste
el cuerpo restaurado
y en la gloria mi tiempo consumado


 
 
   
   

Sólo alabarte y bendecirte


Sólo alabarte y bendecirte
es la tarea que me apura
reconocerte sin fronteras
para llegar a las alturas
mi pequeñez vive tu gloria
cuando descubre tu estatura
y mi orfandad está de fiesta
porque ha encontrado tu figura
aquellas fauces de la muerte
ya no amedrentan con su furia
la senda cruel que me amenaza
desaparece con su argucia
yo te bendigo Padre bueno
ya en los albores de mi cuna
he de ingresar en el sosiego
porque en tu amor no hay desventura
en aquel hijo que descalzo
supo beber de tu frescura
sólo camino para darte
aquella gloria que tú escuchas
en el follaje de los bosques
y en la canción del alma pura
ya sin palabras y en silencio
debo callar en la escritura
y comprender que sólo puedo
arrodillarme en su lectura
adoración pide tu gloria
adoración canta mi pluma


 
 
   
   

Espíritu Divino


Espíritu divino
manantial de vivencias inefables
disciernes el camino
de tiempos perdurables
y concedes tus dones inmutables

carismas tú repartes
al hombre y en tus luces te recibe
piadoso le compartes
el don que lo revive
y en común amistad tu bien exhibe

es tuya la tarea
de lograr comunión en el creyente
tu don el que aletea
concede la vertiente
y produce la unión siempre ascendente

tú alertas la conciencia
en mociones que el alma reconoce
conduces con tu ciencia
tu voz no desconoce
el hombre que tu música conoce

Espíritu del Hijo
que reclamas a fuego la obediencia
aquélla que predijo
viviendo su experiencia
el Señor abismado en tu presencia

Paráclito que asistes
a la iglesia de Cristo peregrina
de sol su tiempo vistes
en bien de quien camina
sus pies en la palabra que lo anima

el Padre en tu amor vive
proyectando su ser al Hijo amado
el Hijo en ti concibe
brindarse consumado
con el Padre en tu Amor inmaculado


 
 
   
   

NOCHE, DENSA Y OSCURA...

"En una noche oscura" (San J. de la Cruz)


I

Noche de sombras y de brumas
que te enarbolas misteriosa en veleidades
noche que oscura y taciturna
pasas flotando entre mentiras y verdades
tú sabes bien que padeciendo
sin luz de sol ni resplandor en hondo valle
no puedes ver en la distancia
y sólo alcanzas a cubrirte con imágenes
es rigurosa tu prestancia
porque disciernes sin mirar en este viaje
y entregas hálito de vuelos
cuando consigues entregar voces fugaces
en esta lóbrega orfandad
todo sendero lo consigue tu andamiaje
y aún a tientas vas hollando
con la esperanza de quien busca otro pasaje
noche severa por oscura
y oscuridad en que no encuentro variedades
silencio puro son tus horas
y taciturna la hosquedad de tu paisaje
noche alumbrada sin estrellas
tú sólo guardas los destellos que se apiaden
sin claridades que pudieran
desenterrar tanto secreto donde yacen
noche temible ya en camino
hacia los rayos que te anuncian sus cantares







II

Itinerante en tu refugio
eres fecunda en el andar de los mortales
vive tu canto su riqueza
en pensamientos que acompañan a raudales
por encontrar en laberintos
hechos de sombra los senderos más frugales
eres misterio inusitado
que no descubre entre tu sombra lo que sabes
eres desierto aventurado
donde en tu huella se han borrado manantiales
pero en la oscura reciedumbre
de tu querencia refugiada en sus altares
has invitado a recogernos
para poder amordazar horas letales
has insinuado la prudencia
y a comprender que sin la noche no hay hortales
y que la sombra nos convierte
en buscadores de esperanza en tus lagares
en lenta pausa nos invitas
a recorrerte sin temer los avatares
a descubrir que tu riqueza
está escondida en una luz que ya se expande
en la sonrisa esperanzada
de quien aguarda la jornada al fin del viaje
y sólo puede en el silencio
alivianar el resplandor de su equipaje


 
 
   
   

Te revelas al hijo en cada brisa



1
Yo no veo Señor en dura sombra
la huella que dejaste prometida
intento caminar en la espesura
y la noche en su temple se avecina
yo no quiero morir sin ver destellos
que lucen en el tiempo que me abriga
sé que tú los escondes en silencio
porque aprenda a soñarte más arriba
donde moras sin pálidos latidos
irradiando tu gloria inmerecida
para aquél que conoce de tu amor
y palpita en la gracia tu venida
tú Señor no te alejas de los hombres
tu vida es el vergel que está en mi vida
y aunque oscura la noche te ha escondido
te revelas al hijo en cada brisa
lo recoge tu amor por indulgente
y le muestra en la fe la luz perdida
lo apacienta en el manto del pastor
que lo lleva en sus hombros a la orilla
donde puede encontrarse con hermanos
que han formado en tu ser una familia

2
Yo bien sé mi Señor que estás despierto
aunque duermes en frágil navecilla
yo creo sin dudar en tu misterio
en tu amor y en tu fuerza repentina
conozco las señales de tu rostro
y contemplo las voces que me inspiras
yo no sé traducir ese lenguaje
con que alivia tu Verbo mi fatiga
pero sé que me inflama tu amor puro
que es la lengua jamás desconocida
en palabra que brilla porque arde
en el pecho que late sumergida
tu amor es la palabra que balbuces
con inmensa piedad cuando vacila
el andar de mis pies en la tormenta
donde cambias el miedo en tu delicia


 
 
   
   

Tengo la paz de su figura


En la zozobra de las horas
la voz de Dios es la que impulsa
y en tempestades de los mares
tengo la paz de su figura
vivo entre espinas y escorpiones
donde mi alma está desnuda
pero levanto yo mis brazos
y encuentran fuerza que dibuja
aquel amor que fuego ardiente
desvaneció la fuerte bruma
vivo avatares que sucumben
ante ese amor que se apresura
a embellecerme en la alegría
y a cobijarme en la espesura
braman tormentas por mi tiempo
pero mi casa no derrumban
porque me guarda entre sus manos
el creador en noche oscura
el tentador va correteando
con intenciones que trituran
pero mi Padre lo destruye
al que intentara mi ruptura
ondas de muerte que me afligen
hallan al punto sepultura
cuando al pequeño lo desangran
y Dios arrecia en la conjura


 
 
   
   

A Jesús el Señor


Señor que pastoreas
al humilde mortal que te ha ofendido
celoso lo recreas
y entregas al herido
el bálsamo de amor allí encendido

cobijas al enfermo
socorriendo su cuerpo atribulado
velando cuando duermo
tú vives a mi lado
remediando el dolor que me ha llagado

amigo que inefable
abrigas confidencias de tu cielo
en música habitable
inundas nuestro suelo
que pretende danzar en alto vuelo

cual padre providente
cobijas en tu palma a quien te implora
escuchas indulgente
al hijo que te llora
y en tu seno se postra en voz que adora

mendigo que indigente
golpeas en la puerta abroquelada
que engolfa en la vertiente
y en hora aprisionada
no descubre el sonar de tu llamada

camino que infalible
nos regalas tu amor enardecido
tú ves como posible
en tiempo ya elegido
engendrar tu palabra en pobre nido

verdad que nos respondes
cuando vemos atajos insalvables
jamás te nos escondes
y en horas inefables
estallas en canales insondables


 
 
   
   

Soy el testigo de la altura


Soy el testigo de las piedras
y más testigo de la altura
donde el Señor está luchando
en las angustias que me abruman
jamás el hijo tendrá muerte
cuando es el Padre quien lo acuna
nunca podrá la negra sombra
ensombrecer al sol que alumbra
cada tropiezo ve el socorro
en esa mano que desnuda
de armas letales me levanta
por el calor de su ternura
vivo dolores en la tierra
y canto salmos y aleluyas
gimo llorando atardeceres
y Dios aleja desventuras


 
 
   
   

Felices los pobres


El reino que anunciado
por Jesús en las tierras de Judea
exige restaurado
al hombre que desea
convertirse en la luz que lo recrea

los pobres son felices
nos indica el Maestro en su estatura
reclaman aprendices
vivir de la figura
que Jesús les entrega en agua pura

felices los que lloran
gimiendo en su nostalgia atardecida
trabajan porque añoran
la libertad sufrida
en torrente de paz amanecida

feliz aquel creyente
que construye esa paz con el hermano
será Dios indulgente
lo hará con propia mano
convirtiéndolo en hijo y en hermano

felices los que viven
en pureza de amor sus ilusiones
verán cuánto describen
las místicas razones
contemplando al Señor entre sus dones

feliz el que padece
por el hambre y la sed de la justicia
amor su vida ofrece
será su Dios delicia
ya saciado en la tierra que acaricia

feliz el compasivo
que se apiada del hombre que ha pecado
en tiempo que es esquivo
verá su amor regado
y en eterna bondad recompensado

feliz el que paciente
acepta caminar en sinsabores
el Hijo que doliente
vivió nuestros dolores
dará consolación en sus ardores

feliz el perseguido
por amor de Jesús crucificado
tendrá su rostro erguido
y en cuerpo profanado
cantará con su himno enamorado


 
 
   
   

El caudal de la fuente


Jubiloso camino que me invitas
a beber en los aires de tus vados
a buscar la belleza que inefable
exige sumisión que me ha postrado
misterioso tu ser donde me interno
prodigioso el sendero que has logrado
pues mis pasos confían en tu aroma
y resueltos sumergen en tu espacio
sé buscar ese puerto que contemplo
engendrando respuestas que he buscado
de abrevar en el agua de esa fuente
donde nunca la sed se habrá apagado
aunque siempre perciba en mis pisadas
que la urgencia en la fuente se ha saciado
yo no entiendo el enigma de este tiempo
donde el agua que sacia se ha guardado
apetencias que lentas aparecen
de probar nuevamente el don preciado
el caudal de la fuente no termina
y la sed de tal agua ha perdurado
la hermosura de Dios como la fuente
no conoce crepúsculo ni ocaso
el Señor que en los cielos da su vida
es el agua que brota en mi costado
impregnando en sus gotas mi aridez
que convierten mi andar en un reclamo
de beber sin cesar cual peregrino
en el hueco pequeño de algún vaso
sabiendo que al final de cada hora
volverá a cobijarme el mismo faro


 
 
   
   

He gemido buscando


Tú Señor que conoces mi flaqueza
mis dudas mis temores y mi llanto
que vives en lo íntimo del alma
que no sabe vivir sin tu regazo
tú reclamas amor en mi hornacina
y encuentras lentitud entre mis pasos
tú que entregas tu vida por mi vida
y recoges deseos que no alcanzo
me ofreces habitar en tus mansiones
cuando quiero evadirme de tus brazos
me conoces mi Dios porque harapiento
he gemido buscando el leve trazo
que intentara escuchar aquella música
que sólo he de encontrar en tus espacios...

cuánta noche Señor he padecido
naufragando en los remos de mi barco
cuánta luz derrochada en el camino
que yo quisiere hallar otro descanso
cuánto amor me prodigas en tu casa
que no supe apreciar en mi letargo
hoy descubro Señor esa vertiente
que conduce al misterio de tu abrazo
hoy aguardo tu luz que mensajera
me aguarda en tu jardín cuando yo paso


 
 
   
   

Tu rostro vivo


Hoy me llena de paz tu rostro vivo
que grabaste con fuego en cada gracia
tus ojos que ya nunca se han borrado
crecieron por amor en mi posada
hoy te canto Señor mis gratitudes
por tu amor tus regalos tus pisadas
porque sabes que en barro fui formado
y cuidas la vasija de mi nada
yo creo mi Señor en ese pacto
que labraron tus dones en mi alma
estoy cierto que tú me has recreado
con la fuerza del agua en tu cascada
yo me sé tu pequeño pordiosero
que encontrara las voces de tu alianza
descubriendo en mi vida tu respuesta
que me embarga llevándome a tu barca
no soy digno Señor de tu cayado
pero entiendo tu amor que en llamaradas
ha quemado los gajos sin frutales
y ha podado mi árbol con su savia


 
 
   
   

Audacia


Canto a mi Padre que en la gloria
eternamente mi existencia concebía
y en su infinito pensamiento
ardía la sombra de su luz que encandecía
él me miraba en su ternura
y con su diestra acariciaba mi fatiga
que en una tarde de mi tiempo
apareciera con las coplas de su brisa
y desde siempre en sus entrañas
he palpitado su mirada en mi pupila
y he cobijado aquel misterio
de tanto amor que en mi figura se mecía
no pude verlo como fuera
pero yo sé que mi presencia apetecía
y fui llamado en su designio
y preparada la misión que él pretendía
la misteriosa comunión
que con el Padre desde siempre fue vivida
pasó por siglos de silencio
hasta que yo pude beber mi propio día
y ya en el aire de la gracia
me hizo consciente de la paz que entretejida
en los jalones de la tierra
fue aquella paz que en mis sentidos florecía
por ser el hijo que en el Hijo
pudo clamar por el Espíritu encendida
tú eres mi Padre soberano
el Abbá fiel que me estrechara con su vida
he sido el hijo más pequeño
para poder introducirme en esa herida
que hubo nacido por amor
como alimento que el pelícano encendía
porque la sangre de mi Padre
se fusionaba con la sangre que es la mía
el Padre y yo ya somos uno
en aquel Verbo que esmaltaba lo que hacía
y me llevó con su palabra
hasta beber la voz del Padre que hoy es mía
Canto a mi Dios en estas letras
que sólo saben ofrecer agradecidas
suprema gloria y alabanza
a quien su sangre entró en mi cuerpo que nacía


 
 
   
   

La Madre y la barca













María


La Madre de Jesús
el pastor que a los hombres alimenta
entrega con su luz
la vida que sedienta
espera la majada que apacienta

María fue entregada
por el Hijo a su pueblo el elegido
en súplica postrada
ofrece su latido
el vivo manantial que ha florecido

estrella esplendorosa
a su pueblo acaricia tiernamente
escucha presurosa
la voz que en su alma siente
de los hombres que buscan la vertiente

sus ojos se deslizan
amparando el andar enmudecido
de seres que precisan
el canto que ha surgido
en las voces del Cristo renacido

sus manos acompañan
indicando el camino de los cielos
sus labios no se empañan
y abriga en sus anhelos
abreviar el dolor en los desvelos

cual madre nos congrega
en familia formada por cristianos
es barca que navega
y es ancla entre las manos
del que busca vivir con sus hermanos

María Madre pura
transforma en esperanza el desengaño
su mística figura
disipa todo engaño
y engrandece el amor de su rebaño


 
 
   
   

Nave peregrina


Iglesia peregrina
que congregas cual madre al ser humano
al hombre que camina
huyendo tiempo vano
y descubre tu pecho sobrehumano

cobijas la majada
que el Señor te dejara constituida
reclama tu mirada
la unión que fue pedida
por tu esposo divino en su partida

proclamas la palabra
y regalas tu gracia en sacramentos
tu amor el que así labra
en horas de tormentos
al que busca la paz en sus lamentos

anuncias el mensaje
del reino de Jesús que fue instaurado
recorres largo viaje
llamando al que postrado
necesita su tiempo transformado

perdonas al que llora
humilde pecador arrepentido
eliges esa hora
de tiempo redimido
y devuelves la paz que haya perdido

tú vives la obediencia
al pastor que Jesús te haya ofrecido
divina providencia
que siempre habrá elegido
apóstoles que expresen lo vivido

María Madre pura
que recibe la barca como herencia
conquista tu hermosura
familia que en tu esencia
eres Cristo en su viva trascendencia


 
 
   
   

El legado













La hora del tránsito


Oh tránsito que vienes
anunciando el comienzo de la vida
dejando entre tus bienes
la llave en mi partida
con que ingreso a la tierra prometida

las horas de este suelo
cual sendero me llevan a la gloria
yo sólo busco el cielo
y guardo en la memoria
el final de mi breve trayectoria

tú altura que inefable
es misterio que abriga mi esperanza
ni el ojo vio palpable
ni oído en su templanza
imaginan la gloria de su danza

oh Padre de mi celo
en larga procesión busqué tu casa
hoy brindas el consuelo
la gloria que no pasa
donde siento tu amor el que me abraza

mendigo en mi existencia
sólo puedo clamar en noche oscura
viviendo tu indulgencia
que en joven criatura
intenta edificar a gran altura

Señor mi vida es tuya
mis raíces conservas en tu suelo
no dejes que destruya
mi tiempo algún desvelo
que es pequeño a la luz que da tu anhelo

te entrego yo mi vida
la misión el trabajo y sinsabores
mi andar que sólo anida
vivir entre tus flores
y en la eterna canción de tus amores

tu Madre me acompaña
como madre feliz del alba mía
su amor nunca se empaña
e invita cada día
a beber en tu dulce melodía

Espíritu divino
que me habitas en gracia regalada
enséñame el camino
que lleva a la morada
donde el Padre me aguarda en mi alborada

oh día jubiloso
en que Dios me eligiera en su llamada
su amor es mi reposo
visión de luz gemada
legado de la gloria en llamarada